FERDINANDI CORTÉS OSSA SERVATUR HIC FAMOSA
Ayer fue el CDLXXIII aniversario de la muerte de Hernán Cortés, quien murió un viernes 2 de diciembre del año 1547 en Castilleja de la Cuesta, cuando pensaba volver a la Nueva España.
Sin duda Cortés fue uno de los más importantes personajes de nuestra historia y mestizaje, pero por increíble que parezca, se ha fomentado una corriente de odio absurdo contra toda la hispanidad, el pasado 22 de noviembre un diputado local en Tabasco de Morena (Tenía que ser) Charlie Valentino León Flores Vera, hizo ésta desafortunada propuesta «si realmente nos afecta a todos la osamenta de ese personaje aquí en el país, pues que saquen esta porquería de aquí, que solamente nos da mal aspecto y por los españoles, pues que se lleven ese puto foco de infección de aquí, que solamente pena y vergüenza le da a nuestro país, que es un ave de mal agüero». El diputado local también urgió “sacar” a los españoles que residen en el país y que dijo están “chupando la sangre” sus restos no han encontrado descanso.Lamentable, y más aún porque los restos de Hernán Cortés no han encontrado descanso.
Durante 19 años sus restos yacieron en el monasterio de San Isidoro del Campo, en Santiponce (Sevilla), en la cripta de la familia del duque de Medina Sidonia, bajo las gradas del altar mayor, con un epitafio que le dedicó su hijo Martín Cortés, segundo Marqués del Valle. El epitafio decía: Padre cuya suerte impropiamente/ Aqueste bajo mundo poseía/ Valor que nuestra edad enriquecía,/ Descansa ahora en paz, eternamente. Martín Cortés En 1550 a los tres años de su muerte, sus restos fueron cambiados de lugar dentro de la misma iglesia de San Isidoro del Campo, y esta vez fue inhumado justo a un lado del altar dedicado a Santa Catalina.
En 1566, y por decisión familiar de cumplir su última voluntad, sus restos mortales fueron trasladados a la Nueva España y sepultados junto con su madre y una de sus hijas en el templo de San Francisco de Texcoco, ubicado en la población de Texcoco cercana a la ciudad de México. Sus restos yacerían allí hasta 1629.
En 1629 a la muerte de Pedro Cortés, cuarto Marqués del Valle y último descendiente de Hernán Cortés en línea masculina, las autoridades civiles y eclesiásticas de la provincia española decidieron sepultarlos en la misma iglesia, así que los restos de Cortés fueron inhumados cerca del altar mayor (en un nicho detrás del Sagrario) en la iglesia del convento de San Francisco (México), ubicado frente a la plaza de Santo Domingo en la capital mexicana, allí dejaron grabada la siguiente inscripción «Ferdinandi Cortés ossa servatur hic famosa».
En 1716 una remodelación del templo de San Francisco obligó a los franciscanos a exhumar los restos y trasladarlos a la parte posterior del retablo mayor, lugar en el que permanecerían durante 78 años.
En 1794 las autoridades de la virreinato exhumaron nuevamente los restos de Cortés con el fin de cumplir con los deseos del conquistador de México que en una ocasión solicitó ser sepultado en la iglesia contigua al hospital de Jesús (México), así que sacaron la osamenta de Cortés del templo de San Francisco que yacía en su nicho en una urna de madera y cristal con asas de plata y pintado en la cabecera de la urna el escudo de armas del Marqués de Oaxaca, sus restos fueron trasladados con gran pompa a lo que se creía sería su última morada, se colocaron blandones de plata sobre el sepulcro y dentro del templo se erigió un zócalo y sobre el zócalo un busto del conquistador, en ese sitio sus restos descansarían durante 23 años.
En 1823, a los dos años de la Independencia de México inició el memorial para honrar a los insurgentes muertos durante la guerra de independencia, los restos de ellos fueron llevados a la ciudad de México en cuya catedral fueron depositados, un gran movimiento nacionalista surgió entre los habitantes de la capital mexicana al grado que se temió que una turba asaltara el templo para tomar los restos de Cortés, por ello el ministro mexicano Lucas Alamán y el capellán mayor del Hospital desmantelaron la noche del 15 de septiembre el mausoleo, en tanto el busto y demás ornamentos fueron enviados a Italia para hacer creer a los agitadores que los restos mortales de Cortés habían salido del país, en realidad la urna con la osamenta fue escondida bajo la tarima del templo del hospital de Jesús (México), durante trece años los restos permanecieron escondidos allí.
En 1836, ya calmadas las pasiones se extrajeron los restos y fueron depositados en un nicho que se construyó en la pared del templo a un lado de donde estuvo el mausoleo, en ese lugar reposaron los restos durante 110 años hasta ser encontrados. El ministro Lucas Alamán en algún momento informó a la embajada española del lugar en el cual habían depositado los restos de Cortés.
Tumba de Hernán Cortés en el Templo del Hospital de Jesús en 1946, algunos historiadores del Colegio de México tuvieron acceso al acta notarial en la cual se detallaba la última morada de Cortés y decidieron buscar los restos, el domingo 24 de noviembre del mismo año los historiadores encontraron el nicho que guardaba la urna, después de realizar algunos estudios para autentificar los huesos procedieron a restaurar la urna y recomendaron conservar los restos de Hernán Cortés en el mismo lugar.
El 28 de noviembre de 1946 el presidente de México Manuel Ávila Camacho expidió un decreto mediante el cual confirió al Instituto Nacional de Antropología e Historia la custodia de los restos mortales de Hernán Cortés.
El 9 de julio de 1947 se reinhumaron los restos en el mismo lugar en el que los encontraron y se puso sobre el muro de la iglesia una placa de bronce con el escudo de armas de Cortés grabado y la inscripción:
HERNÁN CORTÉS
1485 – 1547
Al final, los restos del conquistador español descansan en el lugar que eligió en su juventud para ser sepultado: el templo del Hospital de Jesús (Mexico). Desafortunadamente, hoy en día la vieja iglesia se encuentra en el abandono y con pocos medios para poder asegurarse su debida restauración.
Actualmente en México existen pocas representaciones de Cortés. Sin embargo, muchos puntos de geográficos de interés llevan su nombre, desde el castillo en la ciudad de Cuernavaca a nombres de calles en toda la República Mexicana.
Uno de los pocos monumentos auténticos de la ciudad de México esta en el paso entre los volcanes Iztaccíhuatl y Popocatépetl, por donde Cortés llevó a sus soldados en su marcha a la Ciudad de México. Actualmente es conocido como el Paso de Cortés.
El muralista de Diego Rivera pintó varias representaciones de él, pero la más famosa, lo muestra como una figura poderosa y siniestra, junto con la Malinche en uno de los murales en el Palacio Nacional en la Ciudad de México.
En 1981, el entonces presidente de México José López Portillo trató de llevar promover el reconocimiento público de Hernán Cortés. En primer lugar, hizo pública una copia del busto de Cortés hecha por Manuel Tolsá en el Hospital de Jesús Nazareno con una ceremonia oficial, pero pronto un grupo nacionalista trató de destruirla, por lo que tuvo que ser retirado de la vista del público. Hoy en día la copia del busto se encuentra en el "El Hospital de Jesús" en un rincón poco visitado, mientras que el original se encuentra en Nápoles, Italia, en la Villa Pignatelli (propiedad de los descendientes de Cortés).
Más tarde, otro monumento conocido como "Monumento al Mestizaje" de Julián Martínez y M. Maldonado (1982) fue comisionado por López Portillo para ser puesto en el "Zócalo" (plaza principal) de la delegación de Coyoacán (ciudad de México), cerca del lugar donde Cortés tuvo su casa de campo. Debido a las protestas públicas, este tuvo que ser trasladado a un parque poco conocido; el Jardín Xicoténcatl en Barrio de San Diego Churubusco, cerca del ex-convento de Churubusco. La estatua muestra a Cortés, la Malinche y su hijo.
Hay otra estatua de Cortés, realizada por Sebastián Aparicio, en la ciudad de Cuernavaca, estado de Morelos. Se encontraba en un popular hotel "El Casino de la Selva". La figura de Cortés es apenas reconocible por lo que provocó muy poca polémica. El hotel fue cerrado para hacer un centro comercial, y la estatua quedó fuera de la exhibición pública por disposición de COSTCO, el constructor del centro comercial, y hasta la fecha no está disponible a el público.
Noviembre fue un mes de conmemoraciones destacadas en la historia en torno a Cortés como anticipo de la gran efeméride del año que viene, cuando se conmemoren los cinco siglos de la Noche Triste y la batalla de Otumba. El presidente, Andrés Manuel López Obrador, lanzó una dura invectiva contra Cortés el pasado 19 de noviembre acusándolo de haber cometido «el primer fraude» de la historia del México moderno al arrogarse el título de corregidor de Veracruz.
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