Revista Proyexión Guaymas: LOS VERDADEROS ENCENDEDORES DE LA REVOLUCIÓN MEXICANA

LOS VERDADEROS ENCENDEDORES DE LA REVOLUCIÓN MEXICANA

viernes, noviembre 20, 2020

Hoy, a 110 diez años se conmemora la Revolución Mexicana, mucho se habla de héroes y caudillos, pero poco se habla de los verdaderos mártires que iniciaron la rebelión: Los intelectuales e ilustradores de la época.

Porfirio Díaz creyó que el progreso podía alcanzarse meDiante un estricto orden interno impuesto; dejando a un lado la democracia, eso vendría después. Pero el costo social fue altísimo, la dependencia externa aumentó y la pobreza se multiplicó. A pesar de que la prensa estaba burocratizada y subvencionada por el Estado, y los disidentes fueron perseguidos, estudiantes e intelectuales no cejaron en la lucha contra la dictadura mediante manifestaciones, proclamas, actas, cartas, manifiestos, clubes antirreeleccionistas, y desde luego, periódicos como “El Demócrata”, “Regeneración ”, “El Demófilo”, “El Ahuizote”, o “El Hijo del Ahuizote”. Todos fueron reprimidos de manera sistemática por sus denuncias, sufririeron juicios, encarcelamientos y persecuciones, pero al final encenderían la llama de la revolución.

Los recientes ataques a medios y a la libertad de expresión de los que se acusa al presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, responden a su “alergia a las críticas” y a su estrategia de dividir al país. Sin embargo, su gobierno mantiene un apoyo a ciertos medios de “cobertura aduladora”, acusó la revista británica The Economist. El pasado 17 de septiembre un grupo de 650 intelectuales del país firmaron una carta en la que acusaron que la libertad de expresión en México está bajo el asedio del presidente. Los intelectuales y científicos señalaron que López Obrador es el responsable de hacer llegar la censura, sanciones administrativas y amagos judiciales contra medios y publicaciones independientes que han criticado su administración. Hoy, 110 años después, México nuevamente se está repitiendo la historia.

UN POCO DE HISTORIA

En la era de los Hueys Tlatoanis, Señores de la Triple Alianza, se dice que Ahuízotl, fue padre de Cuauhtémoc, un rey guerrero de los mexicas, que expandió sus dominios hasta la frontera de Guatemala, organizó y aseguró mediante puestos militares el comercio en ese gran territorio y construyó grandes obras como el acueducto que llevaba agua desde Coyoacán.

De éste personaje, en 1885 surgió en México un periódico satírico llamado “El hijo del Ahuizote”, que mediante la ironía, la burla o el sarcasmo, criticaba a Porfirio Díaz, a quien paradójicamente se atribuye la fundación anterior de un periódico llamado El Ahuizote, en el que se protestaba por la reelección de Lerdo de Tejada, pero que desapareció cuando Díaz llegó al poder.

Más tarde en 1902, los hermanos Flores Magón retoman la estafeta de la crítica política con el mismo “hijo”, que ahora salía más rezongón que el padre. Después vendrían otras revistas satíricas bautizadas como el padre o el nieto, siempre con el mismo estilo y propósito de enfrentar y denunciar el poder cuando se practica en forma inicua y arbitraria.

El humor crítico como una válvula de escape, es algo que casi siempre el poderoso ha permitido para así controlarlo, sabedor de que la autoridad resulta siempre detestable y más aún cuando es tiránica.

El 16 de abril de 1903, la policía porfirista allana el local de la revista "El Hijo del Ahuizote".

Opuestos al gobierno de Porfirio Díaz. Ricardo y Enrique Flores Magón, Juan Sarabia, Alfonso Cravioto y seis personas son aprehendidos bajo el cargo de “ultraje a oficiales públicos” y son llevados a la prisión de Belén.

El director de la prisión, amigo de Ricardo Flores Magón, “le indicó privadamente que tenía orden superior de hacerlo desaparecer si no cesaba de escribir”.

La revista apareció en agosto de 1885 y al morir Manuel Pérez Bibbins, uno de sus fundadores, Daniel Cabrera la adquirió. En julio de 1902, Ricardo Flores Magón la arrendó. Jesús Martínez Carrión con agudo ingenio hacía caricaturas muy expresivas y en una de ellas dibujó a Porfirio Díaz representando a la Suprema Corte de Justicia, la publicación de esta caricatura fue la causa de la detención y allanamiento de este día. Al respecto, Enrique escribe:

“El hijo del Ahuizote fue asesinado por Díaz; pues aunque estábamos presos, escribíamos desde nuestros calabozos como cuando estuvimos en la prisión militar. Excélsior, nuestro periódico serio y en el cual cada uno firmaba sus artículos, para dar aliento con nuestro ejemplo de valor civil, sólo alcanzó a publicarse hasta el cuarto número. Muertos nuestros dos periódicos, publicamos El alacrán, que al tercer número murió. Entonces publicamos El padre del Ahuizote, y muerto éste, El nieto del Ahuizote; después El bisnieto del Ahuizote; todos ellos con vida efímera, pues pronto eran suprimidos. Hasta que Porfirio Díaz decretó que ningún periódico o escrito nuestro podría ser publicado en México, so pena de severos castigos a los impresores que lo hicieran y decomisación de imprenta”.

En mayo, la redacción será clausurada y la imprenta y la litografía confiscados. El 9 de junio de 1903, los tribunales prohibirán la circulación de cualquier periódico en el que hubiera escrito Ricardo Flores Magón. La Suprema Corte de Justicia de la Nación confirmará el fallo y en 1904 se prohibirá la publicación de periódicos contrarios al régimen.

Al salir de la cárcel, los Flores Magón irán a Estados Unidos “creyendo encontrar allá más libertad para continuar nuestra labor revolucionaria contra la dictadura; […] nos encontramos con la poderosa hostilidad del capitalismo norteamericano y su aliado el gobierno. Con el más simple pretexto éramos perseguidos, encarcelados y despojados de toda clase de papeles, imprentas, etc., por donde pudo el gobierno de México conocer los nombres y direcciones de nuestros mejores amigos, persiguiendo y asesinando a muchos de ellos. ¡Dos gobiernos con todos sus recursos se aliaron para perseguirnos y acabar con nuestros anhelos de libertad para todo un pueblo esclavizado! Desde entonces muchos de nuestros amigos fueron arrestados y entregados a las autoridades mexicanas en la frontera sin cubrir ningunas fórmulas legales, y asesinados de este lado de la línea”.

Otro de los grande ilustradores de la época fue José Guadalupe Posada nació el 2 de febrero de 1852 en Aguascalientes.

Bajo el cuidado de su hermano Cirilo, que era maestro rural, estudió las primeras letras y se inició en el dibujo. Aprendió primero grabado en madera y litografía con el maestro Trinidad Pedroza. José Guadalupe cursó estudios en la Academia Municipal de Dibujo.

Inicialmente comenzó haciendo caricaturas para el periódico político "El Jicote", pero en 1871, coincidiendo con la salida del número 11, volvió al poder el cacique Jesús Gómez Portugal, por cuyo motivo Pedroso y él marcharon a la ciudad de León y fundaron allí una nueva imprenta.

Se trasladó a un pueblo de Guanajuato, donde trabajó como maestro en la Escuela Secundaria y realizó litografías para libros y tarjetas. En el año 1888 viajó junto a su hijo a México D.F. donde instaló su taller.

Fue el autor de la ilustración de dos corridos del poeta Suárez en La Patria Ilustrada. En el año 1895 José Guadalupe Posada introdujo la técnica del grabado de zinc. Colaboró en periódicos satíricos, popularizó las calaveras o 'calacas' y esqueletos utilizados como sátiras de la vida social y política mexicana.

En la ciudad no tuvo problemas para encontrar trabajo y entre sus colaboraciones estuvieron los medios: La Patria Ilustrada, Revista de México, El Ahuizote, Nuevo Siglo, Gil Blas, El hijo del Ahuizote. Estuvo encarcelado en más de una ocasión, como preso político por sus críticas satíricas.

Falleció en México, D. F. de una enteritis a las 9 de la mañana del 20 de enero de 1913. Fue enterrado en una fosa en el Panteón de Dolores, de la ciudad de México. Como nadie reclamó sus restos, lo trasladaron a una fosa común.

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