Revista Proyexión Guaymas: LA PROFECÍA DEL SEXTO SOL

LA PROFECÍA DEL SEXTO SOL

domingo, julio 12, 2020

Ulises de la Paz

La historia oral, contenida en la tradición y resguardada por la memoria colectiva, cumple una función decodificadora de la historia escrita, entendida así para la comprensión de los acontecimientos pasados y actuales, desde lo simbólico-místico y cuyos significados son interpretaciones , tal es el caso del códice conocido como “La Consigna de Cuauhtémoc” que da vida al último emperador mexica, del hasta entonces conocido como el Único Mundo o la Triple Alianza, como portavoz de la decisión del Consejo de Ancianos que ordenó a los habitantes de México-Tenochtitlan resguardar sus conocimientos permitiendo una conquista ideológica y material para dar fin a la sangrienta guerra con los opresores.

Tras la caída de Tenochtitlan el 13 de agosto de 1521 da el inicio en cuenta regresiva a una época de espera hasta el regreso del esplendor de los verdaderos mexicanos. Esta Consigna o Mandato de Cuauhtémoc, ha sido motivo de debates intensos entre los mexicanistas, quienes no se ponen de acuerdo sobre la fecha exacta y en particular sobre los “signos” que anuncian la llegada del Sexto Sol. Al igual que en la mayor parte de los movimientos proféticos, los grupos de la mexicanidad están marcados por un espíritu adventista atento a toda clase de eventos que puedan anunciar el fin del Quinto y el comienzo del Sexto Sol.

Sin duda, los elementos escatológicos y adventistas están presentes de diversas formas: La espera de una nueva civilización o una nueva era, la obsesión por los cómputos del tiempo o por los signos que anuncian su llegada, los arquetipos del Paraíso perdido, la Edad de Oro o el Reino milenario, el igualitarismo y la transformación integral de la sociedad, la llegada o el retorno de un redentor o guía espiritual, así como el medio carismático que favorece su transmisión, todos estos motivos son recurrentes en el imaginario profético que permea al movimiento.

En este sentido, la profecía puede ser vista como un movimiento nativista con un fuerte acento milenarista y mesiánico, nativismo que podríamos concebir, siguiendo dos definiciones clásicas, como una “acción colectiva motivada por el deseo de restaurar una conciencia de grupo comprometida por la presencia de una cultura extranjera, gracias a la evidencia masiva de un aporte cultural propio”, o en la definición clásica de Linton, como una “tentativa consciente y organizada de parte de los miembros de una sociedad para reactualizar o perpetuar ciertos aspectos determinados de su cultura, según la idea que se hacen de ellos” (Muhlmann, 1968:15).

Con todo, se trata de un nativismo sui géneris y complejo. Sui géneris porque su corpus profético no sólo es nacionalista, ya que reenvía de un proyecto globalizado, a uno imaginario que, apelando a lo autóctono, aspira a transformar radicalmente el perfil espiritual, cultural y político de México, pero también del mundo.

En lo que concierne a los fenómenos naturales que los se consideran como signos anunciadores de la restauración de la civilización autóctona, podríamos mencionar varios acontecimientos astronómicos, desde la alineación de los planetas que se suscitó en marzo de 1982 hasta el paso del cometa Halley en agosto de 1986, el acercamiento del asteroide Ícaro en 1988 o el eclipse lunar de 1993.

Un lugar especial ocupa el eclipse solar del 11 de julio de 1991, hace exactamente 29 años, muy impresionante, me tocó presenciarlo en la Plaza Tapatía de Guadalajara, Jal., fue un hito importante porque su trayectoria no sólo atravesó el continente americano desde el océano Pacífico hasta el océano Atlántico, sino porque el trayecto del eclipse, yendo desde Nayarit hasta la ciudad de México para continuar hacia Centroamérica, coincidió, según los militantes de la mexicanidad, con el recorrido histórico de los antiguos pueblos nahuas, desde Aztlán hasta México-Tenochtitlan.

Además, este eclipse coincidió con la conmemoración, 666 años después, de la fundación de México-Tenochtitlan, en julio de 1325, fecha en la que también hubo un eclipse total de sol. Por esta razón, las ceremonias conmemorativas de la peregrinación de los aztecas y de la creación de la capital de su imperio, confundidas con aquellas para recibir la llegada del Sexto Sol, se multiplicaron aquél día en muchos de los sitios por los que atravesó la sombra del eclipse (en particular en la ciudad de México y en las costas de Nayarit, en Mezacaltitlán, donde muchos creen que se encuentra localizada la mítica Aztlán). Junto a los fenómenos astronómicos, otros fenómenos naturales importantes son las erupciones volcánicas y los terremotos. Se decía que el Sexto Sol comenzaría en 1985, a partir del terremoto que asoló a la ciudad de México, pues el símbolo del Quinto Sol (Nahui-Ollin o 4-Movimiento) suponía que el fin de este sol coincidiría con un fuerte terremoto.

En los fenómenos políticos para algunos, el Sexto Sol se inició en 1987, pues establecen su cálculo a partir de 1519, año en que llegó Cortés a México. Otros hacen comenzar el Sexto Sol en 1988, año en el que las elecciones por la presidencia de México vieron aparecer a un político que lleva el nombre del último gobernante azteca, Cuauhtémoc Cárdenas, o en 1996, año en que dicho político fue elegido gobernante de la capital de México y del antiguo Anáhuac, la ciudad de México-Tenochtitlan.

Otros vieron en el levantamiento armado de los indios mayas del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) de Chiapas, en 1994. Hay quienes sostienen que el Sexto Sol comenzó en el año 2000.

Recientemente, como es sabido exisitió una gran expectativa entre los grupos de la mexicanidad de inspiración mayista, aunque no sólo entre ellos, por lo que sucedería en el año 2012, ya que, de acuerdo con las cuentas del tiempo de los antiguos mayas, ese año terminaría un gran ciclo cósmico para dar inicio otro, que para muchos constituiría una nueva era de grandes cambios.

Últimamente, en el año 2019, con el gran movimiento político que logró derrocar al poder que dominó a México basándose en la corrupción y el saqueo, el cual muchos comparan a la explotación que realizaron los españoles de los recursos naturales en la nueva España, y en tiempos modernos se mantuvo por más de ochenta años, que fue arrasado en las urnas en las elecciones, efectivamente: Las masas ven a Andrés Manuel López Obrador (AMLO) como el signo más claro del nuevo sol de Quetzalcóatl ya que afirman que el regreso de Quetzalcóatl es una señal del Sexto Sol.

En el año 2020, la idea se ha venido reforzando por la aparición de la pandemia mundial provocada por el COVID-19 ó SAARS, mejor conocida como el coronavirus, que ha diezmado a miles de personas, y según científicos se espera que el 2021 vengan más oleadas de otras pandemias.

En cualquier caso, la llegada del Sexto Sol es asumida como un hecho por casi todos los mexicanistas (independientemente del momento preciso en el que sitúen su inicio), y como el marco desde el cual los más diversos signos del renacimiento de la civilización autóctona adquieren todo su sentido. Según el autor Sergio Magaña, en su libro “2012-2021: EL AMANECER DEL SEXTO SOL” , el calendario mexica, tan antiguo como el maya pero menos conocido, contempla aún otros 13,250 años y describe algunos ciclos mayores que los que se mencionan en la versión maya. Estos ciclos se basan en la revolución de nuestro sol alrededor de Las Pléyades, formando ciclos más pequeños llamados "Soles" que duran cada uno 6.250 años.

Durante la transición de un sol a otro, es decir de una configuración cósmica a la otra, la influencia de ambos soles es equiparable durante un breve periodo, de la misma manera que cuando pasamos de una estación a la otra.

Aunque el amanecer del "Sol Mono" empezó en 1991, el sol anterior mantuvo su predominio hasta el 21 de diciembre de 2012, cuando ambas energías se encontraron en perfecto equilibrio. Por consiguiente, el viejo sol ha venido perdiendo fuerza y a partir del 2021 su sucesor reinará plenamente durante miles de años.

Si hasta ahora el ser humano ha intentado imponer su dominación sobre la naturaleza, bajo el nuevo sol deberá acatar las leyes naturales, lo cual dará lugar a importantes transformaciones que afectarán tanto a la consciencia individual como colectiva. Las instrucciones para sobrellevar los cambios salen a la luz ahora, en el momento preciso anunciado por las profecías mexicas, a través de los custodios de un linaje ininterrumpido que se abre al mundo .

La literatura chamana adirma que según los abuelos anahuacas desde 1991 con el eclipse solar iniciamos el ingreso a la era del Sexto Sol. El 21 de diciembre de 2012 Quinto y Sexto Sol, al unísono con la tierra, venus, el sol y la Vía Láctea se alinearon, en 2020 se producen cambios significativos en la humanidad para dar la entrada total del Sexto Sol en 2021.

La llamada también “profecía maya”, es la más popular profecía de la mexicanidad en nuestros días, ha sido objeto de toda clase de interpretaciones, y los libros, videos, programas televisivos e incluso hasta una producciones holliwoodenses, promoviendo con ese motivo una suerte de espiritualidad mexicanista que amalgama conciencia planetaria, ecologismo y pacifismo.

Este movimiento se presenta en un contexto de multiculturalidad y globalización como ejemplo de grupos etnocentristas urbanos que se consideran una raza superior. Revitalizan la lucha de aquellos que carecen tanto de representatividad social como de poder económico. Al mismo tiempo, sacralizan la ciudad al recuperar la “conciencia” del origen de sus habitantes, despiertan la memoria genética del mestizaje y abren el camino del siguiente sol, una era de prosperidad para los “verdaderos” mexicanos.



ÚLTIMO MANDATO DEL VENERABLE CUAHTÉMOC

Nuestra sagrada energía ya tuvo a bien ocultarse,

nuestro venerable sol ya dignamente desapareció su rostro,

y en total obscuridad se dignó dejarnos.



. Ciertamente sabemos (que) otra vez se dignará volver,

que otra vez tendrá a bien salir

y nuevamente vendrá dignamente a alumbrarnos.

. En tanto que allá entre los muertos tenga a bien permanecer



. Muy rápido reunámonos, congreguémonos

y en medio de nuestro corazón escondamos

todo el nuestro corazón se honra amando

y sabemos nuestra riqueza

en nosotros como gran esmeralda.



. Hagamos desaparecer los nuestros lugares sagrados,

los nuestros Calmécac, los nuestros juegos de pelota,

los nuestros Telpochcalli, las nuestras casas de canto;

que solos se queden los nuestros caminos

y nuestros hogares que nos preserven



. Hasta cuando se digne salir el nuevo nuestro sol,

los venerados padres y las veneradas madres

que nunca se olviden de decirles a los sus

jóvenes y que les enseñen (a) sus hijos

mientras se dignen vivir,



precisamente cuán buena ha sido

hasta ahora nuestra amada ANÁHUAC

donde nos cuidan nuestros venerados difuntos,

su voluntad y sus deseo,

y solo también por causa de nuestro respeto por ellos

y nuestra humildad ante ellos

que recibieron nuestros venerados antecesores

y que los nuestros venerados padres,

a un lado y otro en las venas de nuestro corazón,

los hicieron conocer en nuestro ser.



. Ahora nosotros entregamos la tarea (a)

los nuestros hijos

¡Que no olviden, que les informen

(a) sus hijos intensamente como será

la su elevación, como nuevamente

se levantará el nuestro venerable sol



y precisamente como mostrará dignamente

su fuerza precisamente como tendrá a bien

completar grandiosamente su digna promesa

esta nuestra venerada y amada tierra madre

ANÁHUAC!



CUAHTEMOCTZIN

Anáhuac Huei Tlahtohuani

Tenochtitlán-México

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