Según la información recabada en el sitio, el aeroplano era tripulado por dos personas, el capitán de nombre Andrés Serrano Martínez, de 56 años de edad, originario de Hermosillo y con residencia en Magdalena de Kino, así como el menor Aharhel Ocampo, de 16 años y también con residencia en Magdalena.
El accidente se suscitó alrededor de las 10:50 horas, cuando se reportó a la línea de emergencia el aterrizaje forzoso de una avioneta Cessna 150 modelo 1968, color blanco y con matricula XB-GOA, la cual fue encontrada a la orilla de la carretera sobre los carriles de Norte a Sur, a la altura del kilometro 254.
Según el relato de sus tripulantes, a unos cuantos kilómetros de llegar al Aeropuerto Internacional “Miguel Hidalgo” de esta frontera, la avioneta se apagó repentinamente, por lo que el piloto tuvo que hacer maniobras para descender sobre la carretera, ya que no alcanzaría a llegar a la pista de aterrizaje.
Serrano Martínez, con experiencia de más de veinte años y con dos mil horas de vuelo, informó que después de la falla en el motor, tuvo que dar la vuelta para planear sobre la carretera y descender en provecho del poco tráfico vehicular en tierra.
Las dos personas despegaron de Magdalena y venían al Aeropuerto de Nogales a recargar combustible para posteriormente regresar al vecino municipio, la aeronave es propiedad de Serrano Martínez, mientras que el joven, amigo del piloto, venía de acompañante solamente.
Cuando el motor de la avioneta falló, la unidad volaba a una altura de cinco mil 500 pies, por lo que el descenso fue rápido y el piloto sólo necesitó de un tramo de 50 metros de largo de la carretera para poder aterrizar el aparato, lo cual logró con éxito y sin incidentes.
El propietario del vehículo aéreo sospechó que el malfuncionamiento del carburador para el combustible, pudo haber ocasionado que el motor se apagara, ya que según sus cálculos, traían poco, pero suficiente gasolina para llegar a Nogales sin problemas.
Añadió que en sus poco más de veinte años de experiencia, en dos otras ocasiones anteriormente, había tenido que aterrizar de emergencias en carreteras o caminos terrestres, por lo que no sintió pánico en esta ocasión.
“Es como cuando conduces un automóvil, que puedes tener fallas mecánicas en plena carretera, así es igual”, dijo.
Por su parte, el menor de 16 años de edad dijo que no sintió tanto miedo, pero si preocupación, al momento de incidente.
Al lugar acudieron varias unidades de diferentes corporaciones como Seguridad Pública, Policía Federal División Caminos, Bomberos de Nogales y elementos de la Unidad Municipal de Protección Civil, entre otros.
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