Así Lucía el templo antes de la histórica tormenta Jimena
En la Iglesia San Fernando de Guaymas Literalmente se cayó el cielo
La impresionante cantidad de agua que trajo el huracán Jimena, provocó que la cúpula de la Iglesia de San Fernanado se desplomara abruptamente al no resistir la intensa humedad, ya que el edificio que data del siglo XIX, declarado patrimonio cultural, había sufirdo un desquebrajamiento en su estructura debido al hundimiento de su parte posterior, la cual fue "arreglada" pero el desperfecto no se quitó con el maquillaje que le dieron al inmueble al puro estilo Guaymas... y aquí están las consecuencias. 
Se vino el cielo abajo en la Iglesia San Fernando
viernes, septiembre 04, 2009
Publicado a las 17:51
LOCAL, SONORA, NACIONAL, MUNDO, PROYEXION CLIMA-NATURALEZA
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3 comentarios :
Noé predicó un mensaje de urgencia para hombres y mujeres que estaban a punto de enfrentarse con un diluvio universal.
Dios envió un mensaje por medio de José para advertir de una hambruna en Egipto.
Los mensajes de Noé y José fueron enviados por un Dios amoroso para preparar a su pueblo para los abrumadores acontecimientos que iban a afectar dramáticamente a millones de personas.
En nuestros días, Dios tiene nuevamente un mensaje especial para su pueblo, como en los días de Noé, éste también es un mensaje urgente.
Un mensaje universal
El apóstol Juan vio un ángel volando en los cielos para llevar con prontitud el mensaje final de Dios al mundo entero.
El mensaje de Apocalipsis 14:7, señala claramente y en tiempo presente, que la hora del Juicio ha llegado, ¡Aleluya, somos testigos, estamos en el tiempo de su llegada! Y el llamamiento final antes de su regreso es:
“Temer a Dios, y darle gloria; Y adorar a aquel que hizo el cielo y la tierra, el mar y las fuentes de las aguas”.
Dios se hartó de los brotes de drenaje a un lado de Su templo, Sí... de tanta mierda política que hay en Guaymas... ¡ARREPIENTANSE! porque después nos mandará un Tsunami para acabar con tantos gays y zánganos que abundan en estas benditas tierras.
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