Como empresa radiofónica que durante los últimos años ha marcado la pauta en el ejercicio de la libertad de expresión en Sonora, Grupo Larsa Comunicaciones manifiesta su más enérgica condena a estos hechos vandálicos a través de los cuales, con toda seguridad, se trata de callar a quienes una y otra vez han puesto de manifiesto las conductas delictivas, de corrupción, en que cayeron servidores públicos de la anterior administración estatal.
Fuimos los primeros en denunciar las atrocidades cometidas en perjuicio del patrimonio de los sonorenses, a pesar de que sabíamos que eso traería consigo posibles represalias, pero seguimos adelante y hoy hemos visto que como resultado de las investigaciones periodísticas realizadas, ya se han enderezado denuncias formales contra diversas personas.
Ante los sucesos delictivos cometidos contra bienes de nuestro personal, no habremos de bajar el volumen de nuestras voces.
Antes bien, exigimos hoy, como lo haría cualquier ciudadano, garantías plenas para el ejercicio de nuestra labor periodística, ya que este tipo de delitos demuestra que en Sonora existe una sociedad indefensa y huérfana de estrategias de seguridad.
Es tiempo ya de dejar de ser candil de la calle y oscuridad de la casa. Tan importante es castigar la corrupción, como brindarle protección a los ciudadanos de bien.
Es tiempo ya de que se ponga un alto a aquellos que, sin tentarse el corazón, han hecho mucho daño a Sonora y los sonorenses, es hora de ver el cambio al que se le aposto en Sonora, basta de discursos, se requieren resultados.
De nada sirve una Coordinación Nacional de la Comisión de Gobiernos Abiertos, Transparentes y Rendición de Cuentas, si al interior de la entidad la violencia, los robos de autos, los asaltos, los secuestros y ahora los incendios de carros o de puentes, lastiman día con día a las familias sonorenses
Permitir que sigan operando es tanto como condenar al Estado al caos, la zozobra y la barbarie. Y de eso, la sociedad ya está muy harta.
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